QUIÉNES SOMOS
Somos creyentes apasionados por Jesucristo y por hacer Su voluntad. Queremos adorar a Dios y vivir guiados por el Espíritu Santo, caminando en Su poder y dejando huella en el mundo en que vivimos.
Somos una comunidad generacional con un enfoque especial en los niños, adolescentes y jóvenes: Creemos que son los futuros líderes de la Iglesia de Cristo y que su fe, educación y cuidado son sumamente importantes.
Además de los jóvenes tenemos una pasión especial por:
Misiones:
Creemos que Dios quiere levantar y preparar misioneros para llevar Su evangelio a toda la ciudad, la república y las naciones, y queremos ser parte de esto, levantando siervos apasionados y comprometidos a servirle a Él.
Alabanza:
Queremos ser un ministerio con corazón de alabanza, adorando a Dios con un fluir poco común y crear así un movimiento musical de impacto.
Lo Profético:
Sabemos que la Iglesia de Cristo necesita tener la visión de Dios para hacer Su voluntad, y queremos ser parte al compartir enseñanzas sanas de lo profético, para equipar a los santos para la obra del ministerio.
LO QUE CREEMOS
Estamos convencidos que hay una doctrina básica, a la cual todo cristiano debe adherirse; reconocemos que uno puede tener doctrina correcta y a la vez perjudicar a la iglesia con divisiones sobre asuntos no esenciales. De acuerdo con el mandamiento de Jesús, de amar al Señor nuestro Dios con todo el corazón, alma, mente y fuerzas, y de amar al prójimo como así mismo, deseamos que haya congruencia en lo esencial, libertad en lo no esencial y amor en todas las cosas.
Sobre la Biblia:
Los sesenta y seis libros de la Biblia componen el canon completo de la Escritura, siendo inspirada por Dios, con autoridad e infalible. La Palabra de Dios es la máxima fuente de verdad para la fe y la vida cristiana, por lo tanto, consideramos inaceptable cualquier doctrina que contradiga a la Palabra de Dios; hay muchas prácticas en la iglesia que se consideran ortodoxas, pero no están directamente mencionadas en la Escritura; en estos puntos, permitimos libertad de creencia, pero nos esforzamos por mantener la sencillez de la Biblia.
Sobre Jesucristo:
Jesús es Dios encarnado, completamente Dios y completamente hombre. Fue concebido por el Espíritu Santo y nacido por la Virgen María, hizo milagros, vivió una vida sin pecado, y se ofreció a Sí mismo en sacrificio para expiación por todos los pecadores, resucitó corporalmente de la muerte y ascendió al cielo, donde intercede por nosotros a la diestra del Padre. Por medio de Su muerte y resurrección, estableció Su poder sobre el pecado y la muerte y todo aquel que cree en Él, tiene vida eterna, es perdonado y redimido.
Sobre la Iglesia:
Es el plan de Dios que todo creyente conviva con otros creyentes; la Iglesia es el cuerpo de Cristo, el instrumento primario por el cual Dios cumple Su propósito en la tierra. Dios llama a todo creyente a exaltar a Jesús, proclamando Su nombre en todas las naciones. En específico, Dios manda a la Iglesia a dar y ministrar a los pobres, oprimidos, desamparados y necesitados como expresión del corazón de Dios Padre.
Sobre Dios:
Hay un solo Dios, creador del universo, soberano, sustentador de todas las cosas, que existe eternamente en tres personas: Dios el Padre, Jesucristo el Hijo y el Espíritu Santo, como un Dios son iguales en poder, deidad y gloria.
Sobre la Salvación:
La salvación de la humanidad es un don de gracia que viene solo por la obra redentora de Jesucristo. Todos hemos pecado, por lo tanto estamos condenados a muerte, solo por medio de la fe dependemos completamente de la justicia de Jesucristo para redimirnos. Nuestras obras buenas son aceptables a Dios sólo como una respuesta a Su amor y no como un medio para ganar la salvación.
Sobre las Santas Ordenanzas:
El Bautismo en agua y la Santa Cena han sido dados a nosotros como testimonios de la bondad de Dios y de nuestra convivencia con Él en la Iglesia.
Son canales de bendición y gracia y deben ser celebrados por la Iglesia hasta que Cristo regrese; sin embargo, no son significativas para la salvación.
Sobre la Humanidad:
Aunque fuimos creadas a la imagen de Dios, bueno y santo, por nuestra rebeldía y desobediencia hemos caído de la perfección y somos pecaminosos por naturaleza. Por causa de nuestra maldad, estamos separados de Dios, y sin Jesucristo somos completamente incapaces de ser aceptables a Dios.
Sobre el Espíritu Santo:
El Espíritu Santo regenera y mora en los creyentes cristianos, el bautismo del Espíritu Santo imparte poder para testificar y unción para ministrar, está disponible a todos los que confían en Cristo pero no es necesario para la salvación. El verdadero bautismo del Espíritu Santo se identifica con un aumento a la semejanza a Cristo y la evidencia del fruto del Espíritu.
El Espíritu también capacita a hombres y mujeres cristianos con dones espirituales para animar y edificar a la iglesia. Hoy en día el Espíritu Santo obra con señales y prodigios para la gloria de Dios.
Sobre la Segunda Venida de Cristo:
Es inminente la segunda venida de Cristo a la tierra, que será de manera corporal y visible y así consumará Su reino. Hasta entonces, los creyentes deben trabajar y orar fervientemente por una gran cosecha de almas y una Iglesia unida, pura, y poderosa.
Sobre la Eternidad:
El cielo y el infierno existen. Los hombres y las mujeres son seres eternos y existirán para siempre, ya sea en convivencia con Dios o separado de Su presencia; tanto los salvos, como los perdidos serán resucitados corporalmente, unos galardonados con vida en el cielo y otros consignados al infierno.